Hace un par de semanas que me preguntáis por qué estamos más irritados en verano. Que por quésaltáis por cualquier cosa y que vuestra paciencia se ha marchado de vacaciones.
Es lógico, estamos en verano y, por si no lo sabéis, esta estación no es ni mucho menos la preferida por nuestro cerebro. Y, ¿eso por qué? Pues porque el cerebro no soporta bien las altas temperaturas.
¿QUÉ NOS ESTÁ PASANDO?
La doctora Marisa Navarro explica que este órgano tan fascinante está diseñado para funcionar correctamente entre los 35 y los 40 grados centígrados –bueno, los 38,8 para ser más exactos–. Las neuronas (las células principales de nuestro sistema nervioso que se encargan de recibir, procesar y transmitir la información mediante impulsos nerviosos) son muy sensibles a los cambios climáticos y cuando el termómetro se va acercando a los 40 grados, la actividad cerebral se enlentece.
Imaginad un grupo de whatsapp de cien mil millones de participantes (el número aproximado que tenemos de neuronas) que quieren compartir información, pero que responden más lentamente de lo normal. ¿Te imagináis qué ocurriría?
A este caos hay que añadir que nuestro cerebro es el encargado de mantener la temperatura del cuerpo de forma estable entre los 36 y 37 grados. Cuando la temperatura externa es mayor, imaginaos el esfuerzo que tiene que hacer para poder mantener esos niveles más bajos.
Es cierto, que el cerebro utiliza a su gran capitán —el hipotálamo— para que regule nuestra temperatura corporal. Entonces, ¿dónde está el problema? El problema reside en que este eficiente ayudante ya tiene un montón de funciones más a su cargo, por lo que tiene que hacer horas extras. Es decir, que le va a generar una sobrecarga de trabajo.
Es algo parecido a lo que nos ocurre cuando un compañero se marcha de vacaciones, se pone enfermo o si trabajamos en solitario –tú te lo guisas y tú te lo comes– y tenemos una avalancha de clientes o pedidos.
Y, ¿QUÉ PASA CON NUESTRAS EMOCIONES?
Hasta ahora hemos explicado por qué cuando estamos asfixiados por el calor nuestra capacidad de reacción es más lenta, nos sentimos agotados y nuestra concentración cae en picado.
Pero ¿qué pasa con nuestras emociones? ¿Cuál es la razón de que estemos más irascibles, irritados y con muuuucha menos paciencia? Pues, ahora viene la segunda parte: ¡el hipotálamo también regula nuestras emociones!
A este cóctel molotov se le suma un estresor más: la situación de emergencia sanitaria no ha terminado y el covid todavía está entre nosotros asomando la cabeza. Nuestro mecanismo de estrés–un proceso de adaptación al medio que está hecho para salvarnos de peligros y amenazas– tiene la mecha corta, es decir, está diseñado para situaciones cortas y repentinas que amenazan nuestra supervivencia y la situación de pandemia está durando bastante tiempo.
Para entenderlo mejor:
Seguro que has visto un montón de veces un documental de la sabana donde una leona se dispone a cazar un antílope. Ambos, están utilizando su mecanismo de estrés: uno para cazar, el otro para huir. Gane quien gane, ese momento durará unos minutos. De esa forma, el estrés habrá hecho su cometido.
Los animales salvajes no padecen los efectos del estrés, pero los humanos –y algunos animales domésticos– sí lo padecen. La razón es muy simple: el estrés nos hace más fuertes, más rápidos y más resistentes, y esto lo consigue mediante hormonas.
CALOR, EMOCIONES Y ESTRÉS
Cuanto más larga es la situación estresante, más cantidad de hormonas del estrés circularán por nuestro cuerpo como sustancias de deshecho –es más complejo, pero no quiero enrolarme demasiado, podéis preguntarme lo que necesitéis en los comentarios–.
Esas hormonas, después de un tiempo, pueden provocar diversos trastornos físicos –tensión muscular, cefaleas y migrañas, hipertensión…– y emocionales como ira, fatiga, apatía, frustración, estar muy sensible a las críticas, etc…
¿Todavía os quedan dudas sobre qué os está pasando? Calor, emociones y pandemia. Tres jinetes del “Apocalipsis” que están haciendo de las suyas.
HÁBITOS RECOMENDADOS Y TIPS DE PSICOLOGÍA PARA AFRONTARLO MEJOR
COMPARTE TU SABIDURÍA
¿Cómo llevas el verano? ¿Cómo están tus emociones?
¿Tienes alguna experiencia que quieras compartir conmigo sobre estrés, emociones, cerebro y verano?
Compártelo con nosotros en los comentarios o escríbeme a hola@psicologiaenunclick.com
Please visit Appearance->Widgets to add your widgets here
Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Al aceptar indicas que estás de acuerdo.AceptarLeer más
Política de Privacidad y Cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.